VANAGLORIA / PRESTADA AL RIDICULO
Pienso en el jumento que llevaba a Cristo el día de Ramos. Y me digo: ¡Cómo se habrían reído del burro si, al escuchar los aplausos de la muchedumbre se hubiese ensoberbecido y hubiese comenzado ‑ asno como era ‑ a dar las gracias a diestra y siniestra con reverencias de prisma donna.
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