VALENTIA EN LA FE
Anciano y achacoso, el padre Tena fue llevado por los rojos a Madrid, en 1936, durante la cruzada española. Apenas podía andar con la ayuda de un bastón, a causa del reuma que le aquejaba. Ante el tribunal, intentaron hacerle apostatar de la fe.
– Jure usted -le dijeron- que Dios no existe.
Él empezó a dar razones para convencerlos de la existencia de Dios. Nuevamente le urgieron con peores modos que apostatase. Pero él respondió:
– ¿Cómo negar a Dios, que en este momento nos está viendo?
El jefe comunista se levantó bruscamente, sacó la pistola, la puso en el pecho y le gritó:
– Niega que Dios existe o te mato.
El sacerdote trató de ponerse en pie y, medio apoyado
en la mesa, con voz firme,dijo:
– Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo
y de la tierra.
El verdugo, desarmado ante tanto valor, tiró la pistola
sobre la mesa, dio un puñetazo en ella y dijo: