
TENACIDAD / VOLUNTAD, CONSTANCIA
Godofredo de Bouillon había asaltado veinticinco veces los muros de Jerusalén. Todo fue en balde. Ya sus soldados, presa del desaliento, gemían: «¡Si no puede ser!» «¡Qué sí!» -Respondía el jefe; «¡Tiene que ser y será! ¡Quien tenga valor que me siga!»
Por vigésima sexta vez se encarama con sus cruzados en las escalas arrimadas a los muros de la ciudad. Y Jerusalén cayó… La victoria es de los perseverantes.
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