
TENACIDAD
Un rey oriental, derrotado dos veces en la guerra, descansaba desalentado en su tienda de campaña. De pronto vio que una hormiga trepaba a un bastón cercano. El rey con un dedo tiró a la hormiga. Pero ésta volvió a trepar.
La tenacidad de aquel insecto llenó de curiosidad al rey.
Muchas veces tiró a la hormiga, y otras tantas ella volvió a trepar. El rey concluyó:
– ¡Qué tremenda es la voluntad de este insecto! ¿Será posible que una hormiga le gane a un rey?
Se levantó. Volvió a tomar las armas, y ganó la guerra.
«El que persevere hasta el final, se salvará» (Mt 10,22; Lc 11,8; Hech 14,21).
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