SOBERBIA / LOS MONOS
En una selva de India vivía una familia de monos. Una noche de invierno temblaban de frío. De pronto vieron una luciérnaga. Creyeron que era una brasa. La cogieron con gran cuidado; la cubrieron con zacate seco y hojas, y tendieron sus manos para calentarlas. Uno de los monos, el más sabio, comenzó a soplar sobre la luciérnaga para reavivar el fuego.
Un pájaro dorado, al ver la escena, bajó hasta el suelo, y les explicó a los monos:
– Ésto no es fuego; sólo es una luciérnaga.
Como respuesta los monos comenzaron a soplar con más fuerza.
El pájaro dorado insistió en desengañar a los monos. Uno de ellos se molestó tanto que lo mató. Y los monos siguieron soplando con todas sus fuerzas. Todos ellos amanecieron muertos de frío.
«El interior del necio es un vaso roto: no retiene ningún conocimiento» (Ecli 12,14; Mt 23,34; Sal 48,13).