PENITENCIA / FUEGO Y MORTIFICACION
Un filósofo se encontraba junto a la chimenea cuando una bambina llegó para pedirle brasas encendidas para la chimenea de una casa vecina. ¿Cómo puedes llevarla sin un recipiente? le preguntó el filósofo. La niña con sus manitas hizo una copa que llenó de cenizas. Meta ahora las brasas encendidas y no me quemaré. Debemos meter la penitencia entre nosotros y el fuego de las pasiones malas, entonces no correremos el riesgo de quemarnos.
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