
PECADO / IDOLOS
Cromacio gobernador de Roma en los tiempos del emperador Diocleciano, cayó enfermo y recurrió a san Sebastián, que hacía milagros, para que le curase. San Sebastián le aseguro la curación, pero a condición de que creyese en Jesucristo e hiciera pedazos los ídolos que tenía en su casa.
– Lo haré-, respondió Cromacio.
Pero los dolores seguían. Entonces el enfermo se enfadó con san Sebastián, y le dijo:
– Eres un mentiroso, ¿Así es la curación que me prometiste? Yo he hecho lo que me has impuesto y no me he curado del todo.
Contestó el santo:
– ¿Habéis hecho pedazos todos los ídolos?
– Eh…¡Realmente no!… dejé uno intacto, me es muy caro.
Querido amigo, hay que romper ése también; de lo contrario, no os curaréis.
Entonces Cromacio, que apreciaba su salud, rompió aquel ídolo y se curó.