ORACION / OMNIPOTENTE
Un sabio dijo: «Dadme una palanca y un punto de apoyo y levantaré el mundo». Lo que Arquímides no pudo lograr, porque su petición no se dirigía a Dios y porque, además, iba hecha desde un punto de vista material, lo lograron los santos en toda su plenitud. El Todopoderoso les dio un punto de apoyo: El mismo. Y una palanca: la oración, que quema con fuego de amor. (Teresa de Lisieux, Historia de un alma; Cap. XI).
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