ORACION EN EL DOLOR
Hoy todo son quejas, gritos y rebeldías contra el dolor. Es una consecuencia necesaria de la materialización de la vida. Cuan grande es el dolor de espaldas a Dios,lo están probando bien a su costa los hombres. Pero cuando se ve en el dolor, la mano de Dios con que resignación y aun con que alegría se recibe el dolor, que es la puerta del cielo. Es maravilloso aquel episodio de la vida de San Ignacio que cuenta un viejo testigo presencial.
Estando una vez enfermo, le dijo el medico que no diera lugar a tristezas ni a pensamientos penosos. El empezó entonces a pensar atentamente qué cosa le podría suceder tan desabrida y dura que le turbase y que le quitase la paz y sosiego de su alma. Muchas cosas pensó, y solo una se le ocurrió que llegaría a perturbarle; si por alguna circunstancia se deshiciese la Compañía que había fundado y que llevaba tan dentro del corazón. Entonces siguió pensando cuánto le duraría esta aflicción en caso de que sucediese, y le pareció que siendo culpa suya, al cuarto de hora de estar en oración se libraría de aquel desasosiego y volvería a su paz y a su tranquilidad de siempre.