ORACION / EJEMPLO
Un árabe dirigía a un oficial francés prisionero la sangrienta injuria: «¡Perro cristiano!». El oficial, indignado, le dijo: «Yo soy tu prisionero, pero soy un hombre como tú. ¿Por qué me insultas así?» «¿Tú, un hombre?» -respondió el árabe‑ No. Hace seis meses que estás aquí y jamás te he visto rezar.
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