ORACION / ARIDEZ Y FERVOR
El que quisiere ver cuánto ha aprovechado en este camino de Dios, mire cuánto crece cada día en humildad interior y exterior. ¿Cómo sufre las injusticias de los otros? ¿Cómo sabe dar pasada a las flaquezas ajenas? ¿Cómo acude a las necesidades de sus prójimos? ¿Cómo se compadece y no se indigna contra los defectos ajenos? ¿Cómo sabe esperar en Dios en el tiempo de la tribulación? ¿Cómo rige su lengua? ¿Cómo guarda su corazón? ¿Cómo trae domada su carne con todos sus apetitos y sentidos? ¿Cómo se sabe valer en las prosperidades y adversidades? ¿Cómo se repara y provee en todas las cosa con gravedad y discreción? Y, sobre todo esto, mire si está lejos el amor del honor, del regalo, y del mundo, y según lo que en esto hubiere aprovechado, así se juzgue, y no según lo que siente o no siente de Dios (San Pedro de Alcantara, Trat. de la oración y meditación,2,5,).