ORACION / ¿A DIOS CUANTO TIEMPO?
Un sacerdote que visitaba una familia negligente en religión se encontró en ella con un niño que daba de comer a un conejillo de Indias.
– ¿Cuántas veces lo alimentas? – preguntó el cura.
– Le doy una buena comida al día. Le gusta que se la dé yo mismo.
Y el muchacho siguió explicando que recogía mondaduras de patatas para su animalito y que le limpiaba la casita cada dos días.
– Es la tarea más pesada, y empleo en ella casi media hora -continuó.
– Así, debes de emplear como unas tres horas por semana, ¿no?
– Eso debe ser, padre.
– Dime, ¿oíste misa el domingo pasado?
– No, pero voy a misa con bastante frecuencia y, además, casi cada noche rezo las oraciones.
– ¿En cuánto tiempo?
– Unos dos minutos, poco más o menos.
– Así pues, como término medio, empleas media hora a la semana para cumplir con tus deberes de cristiano. Se ve que la suerte de tu conejillo de Indias es mejor que la de tu alma. A él le tratas mejor.
– Tiene usted razón, padre. El sábado iré a confesar.