NEGLIGENCIA / TIBIEZA
San Ignacio de Loyola vio una vez a un hermano que limpiaba la casa con descuido y tuvo con él este diálogo:
– Hermano…lo que hacéis ¿por quién lo hacéis?
– Lo hago por amor a Dios, Nuestro Señor.
– ¿Por amor a Dios? Servir al mundo con pereza y descuido poco importa, mas servir a Dios con negligencia es cosa que no se puede sufrir.
Le dio una muy grave penitencia según cuentan las crónicas.
«Servir a Dios con negligencia es cosa que no se puede sufrir». Eso decía un santo. Pero nosotros… Las diversiones, el materialismo y nuestra cobardía nos han convertido en una especie de roedores inofensivos que no saben más que correr, esconderse y bostezar en sus agujeros.
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