
MARIA NUESTRA SALVACION
Vara de Jesé, que produces fruto y floro, lampra en el cielo resplandeciente y benigna para todos,
haz que se vuelvan fervorosos con Dios nuestros corazones tibios para el bien.
Tu fuiste lirio entre las espinas y flor de los valles, eres puerto que da alivio,
eres siempre remedio para el mal.
Apresúrate, oh Madre, muesta la inmensa misericordia, ofrecele al Hijoe el pecho y el regazo,
y a nosotros impetranos perdon.
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