Lecturas del Martes de la 5ª semana de Pascua
Primera lectura
EN aquellos días, llegaron unos judíos de Antioquía y de Iconio y se ganaron a la gente; apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, dejándolo ya por muerto. Entonces lo rodearon los discípulos; él se levantó y volvió a la ciudad.
Al día siguiente, salió con Bernabé para Derbe. Después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y de ganar bastantes discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquia, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios.
En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Y después de predicar la Palabra en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquia, de donde los habían encomendado a la gracia de Dios para la misión que acababan de cumplir. Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. Se quedaron allí bastante tiempo con los discípulos.
Palabra de Dios
Salmo
R/. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás. R/.
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, vengo a estar un rato contigo. Quiero ir a tu lado para no errar el camino que me lleva al Padre. Te pido que me sostengas con tu amor y tu presencia.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 14, 6-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a Tomás: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”.
Le dijo Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le replicó: “Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y toda vía no me conoces? Quien me ve a mí, ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre”.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Los discípulos siguen confundidos con todo lo que ha pasado en tan poco tiempo. Aún tienen criterios humanos y quieren ver, de una vez por todas, el reino del Señor. Jesús pacientemente les va instruyendo. Y es precisamente en ese contexto en donde Jesús les revela que Él es el camino, la verdad y la vida.
«Yo soy el camino» dice Jesús, es decir, nadie va al Padre, nadie se salva si no es por mí, yo soy quien lleva la humanidad hacia el Reino de los Cielos, fuera de mí no hay otro camino por el cual se pueda entrar a la casa de mi Padre.
«Yo soy la verdad», es decir, todas las cosas se conocen en su plenitud a través de mí, yo soy el que revela a los hombres tanto las cosas del Cielo como las de la tierra.
«Yo soy la vida» y aunque alguno muera, si cree en mí, tendrá vida en abundancia. Nadie puede temerle a la muerte si confía en mi poder. Yo he vencido a la muerte y con mi muerte he salvado al hombre.
«Miremos a Jesús que nos lava los pies, Él es el “camino, la verdad y la vida”, que viene a sacarnos de la mentira de creer que nadie puede cambiar, la mentira de creer que nadie puede cambiar. Jesús que nos ayuda a caminar por senderos de vida y de plenitud. Que la fuerza de su amor y de su Resurrección sea siempre camino de vida nueva.»
(Homilía de S.S. Francisco, 27 de septiembre de 2015)
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Jesús dice que cualquier cosa que pidamos en su nombre se nos concederá, entonces, pediré hoy por esas intenciones que tengo en lo más íntimo de mi corazón.