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Sembrando Esperanza

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Lecturas del Lunes de la VI Semana de Pascua

06 May 2024

Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (16,11-15):

NOS hicimos a la mar en Tróade y pusimos rumbo hacia Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, primera ciudad del distrito de Macedonia y colonia romana. Allí nos detuvimos unos días.
El sábado salimos de la ciudad y fuimos a un sitio junto al río, donde pensábamos que había un lugar de oración; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.
Se bautizó con toda su familia y nos invitó:
«Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa».
Y nos obligó a aceptar.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b

R/. El Señor ama a su pueblo

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles. R/.

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, en mi meditación de ayer, se acrecentó en mi corazón el deseo de permanecer en tu Amor, de vivir en tu Amor, de transmitir el Amor. Quiero comprender cómo puedo abrirme a esta gracia que procede de Ti, cómo unirme a mis hermanos en tu Amor y darles testimonio.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 15, 26-16, 4a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Me pregunto, Señor, qué es lo que comprendieron tus discípulos cuando les hablabas del Defensor, del Espíritu de la verdad. Quisiera saber cómo lo experimentaron ellos en Pentecostés y a lo largo de su vida. Quisiera entrar en su interior, para aprender de ellos, a disponerme ante al Espíritu Santo y dejarlo actuar en mí.

Señor, ¿cómo te quieres manifestar en mí?, ¿cómo quieres que dé testimonio de ti? ¿En dónde, cómo…? Como los discípulos, yo también experimento miedo, incertidumbre…, ante las dificultades que enfrentan quienes quieren dar testimonio de ti entre los hombres.

Ayúdame, Jesús, a comprender cómo quieres que sea testigo de Ti en mi mundo, con las personas con las que vivo, con las que me encuentro, en el día a día (mi familia, mis amigos, la gente con quien trabajo y me encuentro continuamente…).

Envíame, Señor, tu Espíritu, para que sea Él que se manifieste a través de mí, que sea el quien actúe en toda circunstancia, porque sólo Él podrá convertir sus corazones a tu amor.

¡Envíame, Señor, tu Espíritu y se renovará la faz de la tierra, de mi tierra, de mi mundo!

Madre Santa, ayúdame a disponerme como tú, a la acción del Espíritu Santo, para que sea Él quien dé testimonio de tu Hijo, a través de mí. Me pongo en tus manos, como un hijo/a, para que me ayudes a abrirme a la acción del Paráclito.

«Si bien esta misión nos reclama una entrega generosa, sería un error entenderla como una heroica tarea personal, ya que la obra es ante todo de Él, más allá de lo que podamos descubrir y entender. Jesús es “el primero y el más grande evangelizador”. En cualquier forma de evangelización el primado es siempre de Dios, que quiso llamarnos a colaborar con Él e impulsarnos con la fuerza de su Espíritu».
(Papa Francisco, Evangelii Gaudium, n. 12).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Tomar conciencia de con quiénes me voy a encontrar hoy y ver cómo les puedo transmitir el amor de Dios.

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