LA IGLESIA NO ES UNA ADUANA
“Piensen en una joven madre, que va a la Iglesia: ‘quiero bautizar a mi niño’. Y le dicen: ‘No, no puedes porque no estás casada’. Esta joven, que tuvo el coraje de llevar adelante su embarazo y no devolvió su hijo al remitente, ¿Quéencuentra? ¡Una puerta cerrada! ¡Esto aleja del Señor! Jesús se indigna cuando ve estas cosas. A menudo nos comportamos como controladores de fe y no como facilitadores. La Iglesia no es una aduana. Pidamos al Señor que todos aquellos que se acerquen a la Iglesia encuentren las puertas abiertas”. Papa Francisco.
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