
LA BELLEZA DE MARIA
La he visto bella como una paloma que subía sobre los espejos de las aguas,
y su inemestable perfume fluía a raudales de sus vestes.
Como días de primavera la ceñían pétalos de rosas y lirios de los valles.
¿Quién es esta que sube del desierto como nube de humo, con aromas y de incienso?
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como días de primavera la ceñían petalos de rosas
y lirios de los valles.
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