HASTA HACERNOS PARTICIPAR DE SU NATURALEZA
Juan 1, 12 Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Ver: I Juan 3, l.
Ver: GRACIA
Romanos 8, 15 Pues ustedes no recibieron un espíritu de esclavos para recaer en el te- mor; antes bien, recibieron un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: iAbbá, Padre!
Efesios 1,5 … destinándonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad .
2 Pedro 1,4 por medio de las cuales, nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas los hicieran partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.
I Juan 3, 1 Miren qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. 2 Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos, que, cuando se manifieste, seremos semejan- tes a Él, porque le veremos tal cual es.