GOTAS DE ESPERANZA
En el estadio sueltan una liebre mecánica y, en seguida, una jauría de galgos. La liebre corre que corre, y los galgos, enloquecidos, van tras ella.
Cuando van a cogerla, alguien da más fuerza a la corriente eléctrica y la liebre corre como un huracán. Los galgos, con los ojos inyectados en sangre, la persiguen; no oyen, no ven, sacan la lengua, sudan, se sofocan… y, sin embargo, no pueden cogerla.
El hombre moderno se afana, se fatiga, mas no puede coger la felicidad. Divisa ante sí su imagen engañosa en el dinero, en los placeres… y, cuando ya casi los alcanza, se le escapan de las manos.
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