GOTAS DE ESPERANZA
Hagamos como aquel artista que quería pintar un cuadro fiel de Alejandro Magno.
Alejandro tenía una fea cicatriz en la frente, recuerdo de un mandoble. ¿Qué haría el pintor? Si quitaba la cicatriz, el cuadro no sería fiel. Si la pintaba, afeaba el cuadro. Se le ocurrió entonces pintar al rey en actitud pensativa, con la cabeza apoyada en su mano, de suerte que ésta tapara la cicatriz con toda naturalidad.
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