GOTAS DE ESPERANZA
Al cardenal Schuster, arzobispo de Milán, después de haber administrado la confirmación a los niños de un colegio de Monza, le retrataron en medio de los chiquillos. El cardenal, bromeando, dijo:
— Llegará un día en que el objetivo retratará no sólo nuestra figura exterior, sino el alma.
Y, dirigiéndose a un pequeño, preguntó:
— ¿Qué se vería en la tuya?
El niño respondió ingenuamente:
— Se vería a Jesús.
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