GOTAS DE ESPERANZA
Diógenes. estaba un día plantado como un palo en la esquina de una calle, riéndose como un loco.
— ¿Por qué te ríes? —le dijeron.
— ¿Veis —respondió— aquella piedra que está en medio de la calle? Ya han tropezado en ella más de diez personas. Después de tropezar la miraban y la maldecían, pero ninguno la ha cogido y apartado para evitar que otro pudiera tropezar.
Ninguno pensaba en los demás, sino sólo en sí mismo. ¡El maldito egoísmo!
Share: