GOTAS DE ESPERANZA
Uno que visitó la magnífica catedral de Diakevar (Croacia) se encontró a la salida con un pordiosero miserablemente vestido. El turista, poco amigo de la Iglesia, le preguntó:
— Oiga, ¿qué piensa usted del lujo que hay allá dentro, en el interior del templo?
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