GOTAS DE ESPERANZA
Luis IX, rey de Francia († 1270), que llegó al honor de las altares, hablaba una vez de asuntos de estado can un embajador. Éste, que era un gran adulador, dijo entre otras cosas al rey:
— Majestad, me congratulo con vos porque habéis nacido en este nobilísimo reino.
A lo que respondió el soberano:
— No es ésta mi verdadera gloria, sino el haber nacido en la verdadera fe; y prefiero ser llamado Luis de Poissy, porque en esta ciudad fui bautizado.
He aquí un hombre. que conocía la importancia y la necesidad de la fe, y que la apreciaba como conviene; por esa se gloriaba de poseerla.
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