GOTAS DE ESPERANZA
Camille Bellaigue cuenta en Pie X et Rome: «Veo todavía a sus pies [se refiere a Pío X] un joven sacerdote sacudido por sollozos. Suplicaba, instaba en voz baja, como implorando un milagro. Y nunca olvidaré al padre santo estrechando con ternura aquella cabeza descarriada y repitiendo con voz fuerte: «¡La fe! ¡La fe! ¡Nada más que la fe! ¡Refúgiese en la fe!”»
Share: