GLORIA PARTE II
Nuestra personalidad seguirá siendo la misma; y nuestro cuerpo seguirá siendo el mismo que el de ahora, pero revestido de gloria y esplendor (1Cor 15, 35-44). Nuestros cuerpos en el cielo tendrán por tanto, características diferentes, pero seguirán siendo cuerpos y ocuparán un lugar, como ahora el Cuerpo glorioso de Cristo y el de la Virgen. No sabemos cómo ni donde, está ese lugar. La tierra de ahora se habrá transfigurado (Apoc 21,1-7)
Todas estas revelaciones son como llamadas del amor de Dios a los hombres para que luchemos por corresponder a las gracias que El nos va dando.
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