DIOS EXISTE Y YO LO ENCONTRE
A lo largo de la historia se ha hablado de Jesús. Realmente ha sido la piedra de escándalo desde el momento en que anunciaba en Cafarnaum que daría su cuerpo en alimento y su sangre en bebida, que destruiría el templo en tres días, que si bajaba de la cruz, creerían en Él. Muchos son los signos de contradicción y muchos, hasta el día de hoy, lo siguen rechazando. Los hombres seguimos pidiendo señales.
Jesús sigue actuando y transformando el corazón de los hombres, ¿tú ya lo has experimentado? Como dice san Agustín: “Nos hiciste para ti, Señor, y nuestro corazón estará inquieto hasta que descanse en ti.” Mientras no centremos la vida en Cristo, todo es insatisfacción… no importa de qué se trate, siempre estaremos inconformes e incómodos. Cosa muy distinta ocurre en los que aceptan a Cristo, sabiduría de Dios, en su vida. Para ellos, la satisfacción no proviene de las cosas exteriores, incluso, ni de la personas; todo viene del amor de Dios que se desarrolla en el corazón de los que creen. Abre tu corazón a Cristo para que Él nazca y viva en ti: Verás qué distinta es la vida desde su amor y amistad (Mt 11, 16-19).
- Amigo: Amigo sincero. Que no ha venido para ser servido sino para servir. Una amistad reparadora que limpia, como en el lavatorio de los pies (Jn 13, 1-11). Un amigo que hasta la vida por ti y por mí.
- Compañero: Compañero de viaje. Camina en nuestro grupo y está hasta la meta con nosotros. ¿Quieres ver lo que fue para los dos discípulos de Emaús? (Lc 24, 13-35).
- Hermano: Esta fue su misión: hacernos hermanos para que el Padre nos reconociese en Él. Lee la bella oración de Jesús en la Última Cena (Jn 17, 6-26).
- Vida: Es la vida. Tu vida. Vuestra vida. Porque Jesús ha venido para que tengáis vida. A Zaqueo le da una vida nueva (Lc 19,1-10).
- Resurrección: ¿Y si alguno de vosotros ha muerto en la juventud? Él es tu Resurrección, Jesús se aproxima a los hombres, como a Lázaro, para devolverles la vida (Jn 11, 1-16).
- Camino: El que precisas ahora para orientar tu vida. Camino para llegar al Padre (Jn 14, 1-11).
- Verdad: Tu verdad. Por la que vives. Por la que luchas. La que te hará libre. Jesús es la verdad sin medias tintas. Nicodemo le busca (Jn 3, 1-21).
- Vid: Nos dice que permanezcamos unidos a Él como sarmientos para dar fruto, para vivir en su Amistad, en su Gracia (Jn 15, 1-11).
- Alegría: Alegraos que he resucitado y vivo entre vosotros. Es su mensaje al manifestarse a María Magdalena (Jn 20, 11-18).
- Amor: Es el amor. Nadie tiene mayor amor que aquel que da su vida por sus amigos como Él lo hizo en la cruz (Mt 27, 23-24).
- Gozo: Es el gozo. Un manantial de agua viva a saltar dentro de nosotros. Como Pedro se lanza al agua al saber que era Jesús (Jn 21, 4-8).
- Roca: El apoyo firme que buscas para tu inseguridad. Como los apóstoles en la tempestad (Mc 4, 35-41).
- Luz: La luz misma. Porque ha venido al mundo a traerle la luz, a que caminemos como hijos de la luz. Cura al ciego de nacimiento (Jn 9, 1-41).
- Paz: Mi paz os dejo, mi paz os doy. Paz aún para aquel que si no veía no creía: Tomás. (Jn 20, 24-25).
- Esperanza: Os enviaré un abogado para que os defienda: el Espíritu de mi Padre (Jn 14, 15-17).
- Pascua: Por Él hemos pasado de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, de las tinieblas a la luz, de la esclavitud a la libertad (Mt 27, 50).
- Libertad: Somos libres porque nos ha hecho hijos. Y tenemos que liberarnos de tantas cosas como el hijo pródigo (Lc. 15, 11-32).
- Luchador: Vencedor glorioso, que probó la tentación como nosotros, en el desierto (Mt 4, 1-11).
- Hijo: Es el hijo del amado y nosotros en Él. Así lo manifiesta el Padre en la transfiguración (Mt 17, 1-13).
- Salvación: Hemos sido sepultados y resucitados en su muerte y resurrección. Como buen Pastor, ha dado su vida por nosotros (Jn 10, 1-16).
- Fuente: Y nos dice que el que tenga sed que venga a Él y beba. Agua viva como lo fue para la Samaritana (Jn 4, 5-38).
- Pan: Pan y vino, alimento de nuestro camino, fortaleza para el caminante. Así nos da la Eucaristía (Mt.26, 26-29).
- Perdón: Nuestro perdón de cada día, como lo experimentó la mujer que fue sorprendida en adulterio (Jn 8, 1-11). Como nos lo enseña en el Padre Nuestro (Mt 6 ,7- 15).
- Dios: Dios con nosotros, Dios hecho Hombre, nuestro (Lc 2, 1-20).
Qué bien lo dijo el Papa Benedicto en su discurso a las jóvenes holandeses el 21 de noviembre de 2005: “Queridos amigos, Jesús es vuestro verdadero amigo y Señor; entablad una relación de verdadera amistad con Él. Él os espera y sólo en él encontraréis la felicidad. ¡Cuán fácil es contentarse con los placeres superficiales que nos ofrece la existencia diaria! ¡Cuán fácil es vivir sólo para sí mismos, gozando aparentemente de la vida! Pero antes o después nos damos cuenta de que no se trata de verdadera felicidad, porque ésta es mucho más profunda: sólo la encontramos en Jesús. Como dije en Colonia, “la felicidad que buscáis, la felicidad que tenéis derecho de saborear, tiene un nombre, un rostro: el de Jesús de Nazaret” (Discurso durante la fiesta de acogida de los jóvenes, en un barco sobre el Rhin, 18 de agosto de 2005: L’Osservatore Romano, edición en lengua española, 26 de agosto, p. 4).
Este es el Jesús que hoy quisiera que encontraras, conócelo, ámalo y síguelo; no tengas miedo, no te defraudará.