CONOCER A MARIA
MARIA Y EL MISTERIO DE LA ENCARNACION
Te alabo y te glorifico por haber querido vaciarte de tu grandeza, asumiendo nuestra pasibilidad, la pobreza, las penas y la mortalidad abrazadas con amor, para colmarnos con tu vaciamiento, para salvarnos con tu pasión, para enaltecernos con tu humillación, para robustecernos con tu debilidad y para conducirnos a la gloria de la inmortalidad con tu mortalidad.
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