CONOCER A MARIA
MARÍA Y EL MISTERIO DE LA RESURRECCIÓN
Con cuánta atención fijó sus ojos en tu cuerpo glorioso, que antes había visto duramente llagado por crueles azotes, clavado en el madero de la cruz, atroz mente horadado en el costado derecho por la lanza de Longino y, a continuación, muerto y depositado en el sepulcro.
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