CONOCER A MARIA
MARIA Y EL MISTERIO DE LA ENCARNACION
Te alabo y te glorifico por esos interminables nueve meses durante los cuales te escondiste como niño en la estrechez de un seno virginal, esperando tu tiempo para nacer. Tú que, como Dios, no tienes tiempo ni tienes edad, pero ordenaste todas las cosas en el ttiempo con admirable armonía.
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