CONOCER A MARIA
LA PERDIDA Y EL HALLAZGO DE JESUS
Clementísima Madre de Dios, socórreme en esta desgracia; ayúdame, Señora mía; protégeme, amadísima Virgen María, puerta de la vida y de la misericordia. Te pido aliento y ayuda. Tu conoces mejor que ninguno que gran dolor causa la pérdida de Jesús y cuanta alegría reporta su hallazgo. Santísima Virgen, si esto sucedió contigo, que no tenías ninguna culpa, ¿qué puede haber de tan extraordinario, si la gracia de Jesús no atiende las esperanzas de un pecador, que lo ofende de tantas maneras?
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