CONOCER A MARIA
LA PERDIDA Y EL HALLAZGO DE JESUS
Por consiguiente, no debe parecerme una cosa extraña ni una novedad que yo pierda a Jesús. Pero sé que esto sería dañoso para mí y muy doloroso para mi corazón Confieso que soy culpable y digno de graves castigos, porque no he guardado bien mi corazón y me he portado con mucha tibieza y negligencia. Debido a lo cual he perdido la gracia de Jesús y no sé dignara una vez más tener compasión de mi que soy un pobrecito.
Share: