CONOCER A MARIA
LA PERDIDA Y EL HALLAZGO DE JESUS
EL HIJO.
No siempre se encuentra Jesús donde se le busca; pero con frecuencia se le encuentra donde menos se cree. Por eso, que nadie presuma de ser el único en poseer a Jesús; que nadie desprecia a otro, porque ignora en que media puede agradar internamente a Dios, realidad que escapa a los hombres, aún cuando por su exterior pueda él parecer un individuo insignificante.
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