CONOCER A MARIA
MARIA DURANTE LA INFANCIA DE JESUS
Te bendigo además, por la inmensa humildad de tu Santísima Madre y por su espontánea sumisión a los preceptos de la ley. En efecto aun siendo Virgen Santa en el parto y después del parto, no rehusó someterse al rito de la purificación. Ofrenda maravillosa y reparación gratísima, porque era libre y ajena cualquier culpa.
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