AMAR A MARIA
EFICACIA DEL AVE MARÍA
Primer ejemplo. Un hermano había extraviado en su celda un librito y, a pesar de prolongadas y cuidadosas búsquedas no logró encontrarlo. Estaba muy entristecido por esta pérdida y se desvanecía su esperanza, hasta que se refugió en la oración e invocó a la Bienaventurada Virgen con el Ave María. Aconteció que, comenzando el Ave María y continuando en su aflicción por la pérdida, se le ocurrió esta inspiración: «Busca aquí, delante de ti, bajo la paja del lecho donde te encuentras rezando frente a la imagen de María». Estiró enseguida la mano para averiguar si estaba allí abajo y he aquí que, apenas hubo levantado un poco de paja, encontró el librito y lo retiró. Emocionado lo besaba, agradeciendo a Dios y a la Bienaventurada Virgen; y acabó de rezar el Ave María, que había sólo comenzado. Pensaba: «Tal vez nuestra Señora deseaba recibir algunas Avemarías. Por eso no he podido hallar de inmediato el librito». Está bien, entonces, recitar a menudo el Ave María, invocando devotamente a la Madre de Jesús.