RECUERDO Y DEVOCION DE MARIA
AMAR A MARÍA
Por consiguiente, el nombre de María debe ser venerado y amado por todos los fieles, preferido por los religiosos, recomendado por los laicos, inculcado a los pecadores, sugerido a los enfermos e invocado por todos en los peligros, puesto que María es la más cercana a Dios y la más querida de su bendito Hijo Jesús. Es, por lo tanto, omnipotente por gracia para interceder a favor de los desgraciados hijos de Adán, a fin de que el Señor pueda perdonarles las culpas y socorrerlos en las ocasiones de riesgo. Si la ocasión se presenta, María no dejará por cierto de pronunciar una buena palabra al oído de su Hijo y de implorar misericordia por los necesitados. Y, en toda causa confiada a ella, es inmediatamente escuchada por su singular dignidad, dado que su amoroso Hijo Jesús, autor de la salvación del género humano, la honra no negándole nada.