VIRGINIDAD
¿Conoces la bellísima leyenda de Kwan‑yill, la diosa china de la misericordia, a la que tantas plegarias de labios chinos se han dirigido?. Según la leyenda, esta princesa vivía en China siglos antes del nacimiento de Cristo. Su padre, el rey, quería casarla pero ella, deseosa de conservar su virginidad, se refugió en un convento. Enojado el padre, incendió el convento y la obligó a regresar al palacio. Puesta en la alternativa de casarse o morir, persistió en su voto de virginidad y murió estrangulada. Su cuerpo fue llevado a los infiernos por un tigre y allí fue donde obtuvo el título de «diosa de la misericordia»…
Su intercesión en pro de la misericordia fue tan poderosa, que enterneció el corazón de los demonios, quienes le ordenaron que se marchase de los infiernos porque temían que los dejase vacíos.