EJEMPLOS DE AMOR A DIOS, ANTE LA AMENAZA DE MUERTE
Tobías 2,4 Me levanté al punto y sin probar la comida, alcé el cadáver de la plaza y lo dejé en una habitación, en espera de que se pusiera el sol, para enterrarlo. 5 Volví a entrar, me lavé y comí con aflicción, 6 acordándome de las palabras que el profeta Amós dijo contra Betel: «Sus solemnidades se convertirán en duelo y todas sus canciones en lamento». 7 Y lloré. Cuando el sol se puso, cavé una fosa y sepulté el cadáver. 8 Mis vecinos se burlaban y decían: «Todavía no ha comprendido (pues, en efecto, ya habían querido matarme por un hecho semejante). Apenas si pudo escapar y ya vuelve a sepultar a los muertos».
Share: