CONOCER A MARIA
Para que puedan luego conocer un poco la excelentísima dignidad de la muy Bienaventurada Virgen María, escuchen algunos de los tantos dones y privilegios, con los que Dios la ha bendecido y ensalzado, por encima de todos los santos ángeles y arcángeles en el cielo, y por encima de todos los hombres en la María es la Virgen Santísima y la muy querida Madre de Dios, de quien se canta en la Iglesia, ampliamente difundida en todo el mundo: «La Santa Madre de Dios ha sido ensalzada por encima de los coros de los ángeles». Reflexionen atentamente sobre los antiguos episodios concernientes a los patriarcas, de cuya estirpe nació María como rosa sin espinas entre las espinas. Efectivamente, así como un día muchos santos hombres: patriarcas, profetas, jueces, reyes, sacerdotes, levitas, doctores y escribas, anunciaron con pala- bras, signos y figuras que Cristo, Hijo de Dios, nacería de una Virgen para la redención del mundo y moriría en la cruz, de igual modo, en perfecta armonía y de acuerdo con el plan divino de la salvación, la muy Bienaventurada y devota Virgen María fue prefigurada y preconizada por medio de las sagradas vírgenes de aquel tiempo, a través de mujeres ilustres, castas viudas, devotas profetisas, y mediante honestas matronas, que vivían castamente, y que, para guardar su pureza, llevaban vida de clausura en sus propias casas junto con sus criadas, lejos de las miradas de los hombres.