GOTAS DE ESPERANZA
La madre Nicholl, autora de Memorias de una convertida, nos habla del señor Kenn, ministro protestante. Ella le vio triste en varias ocasiones. Pero Kenn se convirtió también al catolicismo, y la primera vez que la madre Nicholl le habló, ya convertida, le preguntó bruscamente aturdida:
— ¿Es usted feliz?
— ¡Oh —contestó él—, si pudiese darle parte de mi dicha y paz…!
«Hay que notar —advierte la madre Nicholl— que aquel mismo día había recibido una carta de su padre en la que le maldecía y le desheredaba.»
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