Lecturas del Domingo 29º del Tiempo Ordinario – Ciclo B
Primera lectura
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios
Salmo
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.
Segunda lectura
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un no sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo Dios. No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, concédeme un corazón humilde como el tuyo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos del Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir”. Les preguntó:- «¿Qué queréis que haga por vosotros?”. Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda”. Jesús replico: «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?”. Contestaron: «Lo somos”. Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado”. Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Seguir a Jesús implica humildad. Pero también implica tiempo y paciencia. Implica dejarse transformar por Él, por su amor y que nuestros criterios se conviertan en sus criterios, que sus ideas se conviertan en nuestras ideas, que su pensar se convierta en nuestro pensar.
Cada uno de los apóstoles tuvo esta transformación. Juan y Santiago, pero también los demás, tuvieron que ser pacientes, darle tiempo a la gracia de Dios para que fuera transformando sus corazones. En los evangelios vemos está evolución paulatina. Todo discípulo, todo seguidor de Jesús debe dar paso a la gracia para ser transformado, de modo que pueda repetir con San Pablo: «Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí».
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy me esforzaré por pensar qué me pide Cristo antes de actuar o tomar una decisión.