
PECADO / ACTITUD PERSONAL
Cuentan que una niña pequeña, que tenía muy mal genio, colgó una rabieta tal que le arrancó el pelo a su niñera y le escupió en la cara. Su mamá, que era bastante blanda con la niña, en lugar de castigarla, le dijo que era el demonio quien había hecho todo eso. A lo que la niña repuso: «Puede ser que sí lo de tirarle el pelo, pero lo de escupirle fue idea mía». Pues bien, nosotros podemos decir lo mismo: el diablo nos enseñó a pecar en primera instancia, pero luego ‑desgraciadamente‑ hemos sido unos alumnos muy aventajados.
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