
PAZ / CAUSAS DE SU FALTA
El excesivo cuidado que tenemos de nosotros mismos hace que nuestro espíritu pierda la tranquilidad, y nos leve a tener un humor raro y desigual. Así nos sucede que, en cuanto tenemos alguna contradicción, en cuanto nos damos cuenta de nuestra falta de mortificación, cuando caemos en algunos de nuestro defectos, por pequeño que sea, nos parece que todo se ha venido abajo (San Francisco de Sales, Plática III, de la Firmeza,1.c.).
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