EL VALOR DEL AMOR
Con amor a Dios y al prójimo, podemos «comprar» bienestar espiritual y materia ilimitados.. No será bueno entonces atesorar afectos y amistades, mejor que dinero? Porque no debemos limitarnos solamente a tener más, hay que aspirar a ser más.
Amar es el privilegio que Dios nos ha dado.
Amistad es el camino a la felicidad.
Dar es la forma de recibir.
Reír es la música del alma.
Sois los servidores del pueblo de Dios, servidores de la fe, administradores del amor de Cristo a los hombres: amor que no es partidista, que a nadie excluye, aunque se dirija con preferencia al más pobre. A este respecto, quiero recordaos lo que dije hace poco a los superiores generales de los religiosos. El alma que vive en contacto habitual con Dios y se mueve dentro de el ardiente rayo de amor sabe defenderse con facilidad de la tentación de particularismo y antítesis que crean el riesgo de dolorosas divisiones, sabe interpretar a la justa luz del evangelio las opciones por los más pobres y por cada una de las victimas del egoísmo humano, sin ceder a radicalismos sociopolíticos que a la larga se manifiestan inoportunos, contraproducentes. (21-1-79)
Dicen que tanto en el cielo como en el infierno se tiene para comer arroz con palitos chinos de dos metros; la diferencia está en que en el cielo se le da de comer al de enfrente, mientras en el infierno el egoísmo les deja con hambre al no poder comer.
El mensaje de Cristo es el amor, amor a los pobres, a los mas pobres de los pobres, darles una sonrisa. Hacer felices a los demás, somo el amor de Dios y en ellos vive Cristo (Madre Teresa de Calcuta)
Y nada resulta tan peligroso para una muchacha como que su corazón empiece a compadecer. En tal caso siente inefables ansias de salvar al desgraciado, de hacerle entrar en razón, de regeendarle y desviarle hacia caminos mas nobles. En fin, sabido es todo lo que en tales casos imagina el corazón compasivo. Inmediatamente me di cuenta que el pajarillo volaba hacia la red por propio impulso y por mi parte me apresté a recibirlo. (Crimen y Castigo, Dostoyeski)