FE
Si permanecéis en la santa fe, jamás la tristeza ocupará vuestro corazón. Pues la tristeza no procede si no de la fe que ponemos en las creaturas ; y las creaturas son cosa muerta y caduca que viene a menos; nuestro corazón empero, no puede reposar sino en algo estable y firme ( Santa Catalina de Sena, Pensieri e sentenze, 4)
No os regocijéis en las realidades terrenas, regocijaos en Cristo, en su palabra, en su ley …En los corazones cristianos habrá paz y tranquilidad; pero sólo mientras nuestra fe permanezca alerta; si por el contrario nuestra fe decae, estaremos en peligro.(San Agustín).
El Papa presente entre vosotros os repite en nombre y con la autoridad que le ha concedido, en Pedor, Jesús Salvador: Nolite timere! No dudéis nunca, queridos hermanos, de vuestro sacerdocio, no perdáis jamás la confianza en la consistencia de vuestra misión. La cotidiana y generosa profesión de la fe -Yo creo en ti, Señor, que me has querido tu sacerdote y continuador de tu misión- bede infundiros la cotidiana y firme confianza para permanecer en vuestro puesto ,para refrescar las energías en las fuentes inagotables de la gracia, para resistir la tentación del desaliento y el abandono. Ego sum, Nollite timere! Volved a pensar, volvamos a pensar en la lección del evangelio de hoy ,ll Domingo de Pascua: La entrada de Jesús en el cenáculo, fue para los apóstoles ,allí reunidos y amedrentados, propter metum ludeorum, fuente de paz, de alegría, de valentía y de renovada confianza. Que por su ayuda también mi presencia de hoy entre vosotros pueda ser portadora de estos valiosos y corroborante s dones pascuales.(Bérgamo,26,4,81).
Hermanos queridísimo, tened fe en vuestro sacerdocio. Es el sacerdocio de siempre ,porque es una participación en el sacerdocio eterno de Cristo, «que es el mismo ayer, hoy y siempre». (Kinshasa,4-5-80)
Dice la historia que nadie sin fe ha logrado su fin: ser dichoso. Y no nos persuadimos de ello porque todos tenemos alguna diferencia en lo que basamos nuestra confianza en hallarlo por nuestras fuerzas. Y así vamos a la muerte de frustración en frustración (Pascal).
