FIDELIDAD
El sacerdocio es para siempre -tu es sacerdos in aeternum-,no reclamaos el don una vez dado. No puede ser que Dios, el cual dio el impulso para decir «sí», ahora desee oír «no». (Filadelfia,4-10-79).
Ninguno, efectivamente, se atrevería a llegar a ser ministro de Cristo, en contacto permanente con el Altísimo. Nadie tendría la audacia de cargar sobre sí el peso de las conciencias, y de aceptar una soledad sagrada y mística!.
La llamada nos da la fuerza para ser, con constancia y fidelidad, lo que somos: en los momentos de serenidad pero, sobre todo, en los momentos de crisis y de debilidad, digámonos a nosotros mismos:» Animo! He sido llamado! .Heme aquí, envíame.» (Milán,21-4-79).
Lo que el pueblo espera de vosotros, más que de ningún otro, es la fidelidad al sacerdocio. Este es un modo de hacer conocer a la gente la fidelidad de Dios .Esta la hace fuerte para ser fiel a Cristo a través de todas las dificultades de la vida ,1as dificultades que la gente siente en su matrimonio. En un mundo tan marcado por la inestabilidad, como el de hoy, nosotros tenemos necesidad de más signos y de más testigos de la fidelidad de Dios en relación con nosotros, y de la fidelidad que le debemos a EL. Hay