ORACION / FERVOR, ACTUACION
Un cazador muy experimentado estaba paseando con un amigo cerca del campamento cuando, de repente vieron un león agachado en un recodo del camino, a pocos metros. El cazador levanto su rifle; rugió el animal y se dispuso a saltar sobre ellos. Pasaron unos segundos que parecieron años: disparó y el león cayó muerto.
-¡Creí que no ibas a tirar nunca! dijo el amigo aterrorizado todavía.
-No quería errar el blanco- repuso el cazador.
-Estaba afinando la puntería.
Así debe hacerse a apuntar la flecha de nuestra oración al blanco de nuestro amor, Dios. Antes de comenzar debemos tener en cuenta con infinita reverencia, quien es aquel al que le vamos a hablar.
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