Lecturas de hoy Viernes 05 Febrero de la 4ª semana del Tiempo Ordinario
Primera lectura
HERMANOS:
Conservad el amor fraterno y no olvidéis la hospitalidad: por ella algunos, sin saberlo, “hospedaron” a ángeles.
Acordaos de los presos como si estuvierais presos con ellos; de los que son maltratados como si estuvierais en su carne.
Que todos respeten el matrimonio; el lecho nupcial, que nadie lo mancille, porque a los impuros y adúlteros Dios los juzgará.
Vivid sin ansia de dinero, contentándoos con lo que tengáis, pues él mismo dijo:
«Nunca te dejaré ni te abandonaré»; así tendremos valor para decir:
«El Señor es mi auxilio: nada temo;
¿qué podrá hacerme el hombre?».
Acordaos de vuestros guías, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe.
Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
Palabra de Dios
Salmo
R/. El Señor es mi luz y mi salvación
V/. El Señor es mí luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.
V/. Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo. R/.
V/. Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca. R/.
V/. Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches. R/.
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, confío en Ti. Ayúdame a confiar más.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 23-26
En aquel tiempo, Jesús le dijo a la multitud: “Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?
Por otra parte, si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga revestido de su gloria y de la del Padre y de la gloria de los santos ángeles”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¿Alguna vez se han puesto a pensar qué significa no buscarse a sí mismo? ¿Acaso significa que somos malos, o que siempre lo que pensamos está mal? Jesús no nos pide que nos descalifiquemos o que desconfiemos de nuestras decisiones. Sí, ha sido Dios mismo quien nos ha dado nuestros talentos y nos ha dotado de la capacidad de pensar. De hecho, querernos a nosotros mismos es una manera de responder a su amor.
En el Evangelio, Jesús nos pide que confiemos más en Él. Hay veces en las que nosotros pensamos que algo nos hace bien, pero Jesús sabe que ese algo, en realidad, nos puede hacer un mal o, quizás, tiene preparado algo mucho mejor para nosotros.
Cristo lo que más quiere es que seamos felices y sabe que hay cosas que nos gustan o que creemos mejores. Sólo nos pide que confiemos un poco en que Él sabe un poco (o un bastante) más que nosotros lo que nos conviene. No desea que nos volvamos amargados, pero hay veces que la verdadera felicidad está por un camino muy diferente.
¿Tienes cosas en las que tomas decisiones sin consultar a Dios? ¿Le has preguntado qué es lo mejor? Empieza por preguntarle y, si sientes esa resistencia, no tengas miedo de ponerlo también en manos de Dios. Si tienes cosas en las que aún no quieres darle el control a Dios, díselo a Cristo con honestidad. A Él le agrada más y puede hacer más contigo de lo que tú piensas.
«El mundo digital, las redes sociales que nos invaden y traspasan, difuminan fronteras, borran límites y distancias, reducen las diferencias. Parece todo al alcance de la mano, todo tan cercano e inmediato. Sin embargo, sin el don comprometido de nuestras vidas, podremos tener miles de contactos, pero no estaremos nunca inmersos en una verdadera comunión de vida. La misión hasta los confines de la tierra exige el don de sí en la vocación que nos ha dado quien nos ha puesto en esta tierra. Me atrevería a decir que, para un joven que quiere seguir a Cristo, lo esencial es la búsqueda y la adhesión a la propia vocación.»
(Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Juventud, 2018)
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a darme un tiempo para escuchar a Dios que quiere lo mejor para mí. Así podré acoger mejor su llamada.