MURMURACION / DAÑO IRREPARABLE
Cierta mujer muy dada al vicio de la maledicencia preguntó a san Felipe Neri qué debía hacer para extirpar su mal hábito.
El santo le contestó:
– Ve al mercado y compra un pollo muerto, sin desplumar; después recorre las calles de la ciudad desplumando el pollo y, cuando hayas terminado, ven acá y te diré lo que debes hacer.
Cumplió la mujer lo ordenado y el santo le dijo entonces:
– Ahora recorre las mismas calles y tráeme aquí todas las plumas, sin dejar siquiera una.
– Es imposible -le contestó la mujer-, porque el viento las habrá llevado quién sabe adónde.
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